Terapias naturales ¿legales, ilegales, alegales?
¿Homologadas, acreditadas, reconocidas, avaladas?
Ya conocemos el refrán «a río revuelto, ganancia de pescadores».
Esto es lo que sucede en la actualidad con las terapias naturales. Cada vez más personas las practicamos y forman parte de nuestro día a día, como consumidores, pacientes, clientes y terapeutas.
Ya hace muchas décadas que se anda tras algún tipo de “regulación” o “legalización”. Ambas palabras son incorrectas y denotan el estado de confusión en el que vivimos. Legalizar no, porque la práctica es legal, desde el momento en que Hacienda tiene un epígrafe para cobrar impuestos con este tipo de actividades. Regularizar tampoco, porque ya están reguladas, aunque no a nivel oficial, si a nivel profesional. Cualquiera puede ejercer legalmente este tipo de prácticas profesionales dándose de alta en el correspondiente epígrafe de Actividades Profesionales y cumpliendo los requisitos que las normativas actuales exigen. Es decir, están reguladas y son legales.
Otra cosa es pedir el reconocimiento académico que tienen otras profesiones. Por ejemplo, el médico, fisioterapeuta o el psicólogo pueden estudiar estas carreras que son reconocidas académicamente por el Estado.
El que una profesión o estudio no esté reconocido en la actualidad académicamente no implica que no pueda ejercerse legalmente. Y por supuesto, los estudios siempre tienen validez curricular.
Por lo tanto concluímos que las terapias naturales son totalmente legales, y seguiremos trabajando y luchando para que en el futuro no dejen de serlo.
En cuanto a si están homologadas, acreditadas, etc., eso es harina de otro costal…
Como decía al principio, las aguas revueltas benefician básicamente a los pescadores, pero no al pescado.
En el mercado hay infinidad de ofertas formativas en terapias naturales, que van desde la excelencia hasta la más absoluta mediocridad y falta de calidad. Eso, creo que es común en cualquier actividad humana.
Lo que desde mi punto de vista no está bien, es ampararse en la ambigüedad y en la confusión para vender lo que no es y de ese modo, engañar a los alumnos y futuros terapeutas.
Sólo puede homologar enseñanzas el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. A partir de ahí, organismos oficiales (estatales y autonómicos) pero no privados.
Por lo tanto, todas las escuelas de terapias naturales y enseñanzas afines que dicen que sus estudios están “homologados”, faltan a la verdad, puesto que si el Ministerio no tiene contempladas dichas enseñanzas y por tanto, unos planes formativos que han de seguirse según sus requerimientos, no puede “homologar” nada. Y de momento, parece que va para largo que este tipo de formaciones sean reconocidas y por tanto, homologadas.
¿Qué ocurre entonces con los cursos acreditados, reconocidos o avalados por entidades privadas?
Pues que siempre que dicho reconocimiento sea real (también hay muchos sinescrúpulos que dicen tener un reconocimiento falso para vender sus cursos), esas formaciones son perfectamente legales y de tipo profesional.
Por ejemplo, nosotros JAMÁS HEMOS DICHO que uno de nuestros cursos esté “homologado”. Los que son avalados o reconocidos por Asociaciones Profesionales, lo están bajo acuerdos reales.
Las universidades privadas emiten sus acreditaciones siempre y cuando existan dichos acuerdos.
Si algún centro te ofrece formaciones homologadas o reconocidas por una Universidad, pídeles que te lo demuestren documentalmente y cómo eso se va a ver reflejado en la titulación que van a otorgarte, verás como muchos de ellos no te van a facilitar esa información, sencillamente, porque es falsa.
Una vez hayas hecho la formación, buscarán cualquier excusa para justificarte que sus certificados o diplomas no tienen el reconocimiento “oficial” que te han vendido.
Este tipo de cosas distinguen entre centros de formación serios y honrados y advenedizos que se aprovechan de la confusión existente para vender aire.
Dado que los organismos oficiales no muestran ningún interés en establecer niveles de formación y exigencia profesionales en nuestro sector, hemos de ser los interesados (centros, formadores y alumnos) quienes establezcamos nuestros criterios de profesionalidad.
Nosotros trabajamos codo a codo con la Asociación Española de Aromatología para establecer unos niveles de calidad y formación altos en Aromaterapia y Aromatología, así como con A.P.E.N.B. (Asociación Profesional Española de Naturopatía y Bioterapia) y A.E.N.P. (Asociación Española de Naturopatía Psicobiológica) y todas aquellas entidades nacionales e internacionales serias que quieran apostar por un futuro digno para todas las profesiones relacionadas con las terapias naturales.